La circuncisión es la remoción quirúrgica del prepucio o sea de la piel que cubre el glande. Las indicaciones para realizar dicho procedimiento son: dificultad para realizarse el aseo diario en el pene, infecciones a repetición en el área del glande (balanitis o balanopostitis), estrechamiento progresivo de la porción distal del prepucio que impida su retracción.
Otras indicaciones no médicas para realizarlo son por voluntad propia o de los padres, por tradición religiosa.
Se ha demostrado que los varones circuncisos tienen una menor probabilidad de contraer enfermedades venéreas tales como el virus del papiloma humano, VIH y hepatitis B, etc.
Este es un procedimiento Ambulatorio y casi indoloro si es realizado con técnica depurada y su recuperación es sumamente rápida en menos de una semana, a continuación veremos una secuencia de fotografías de un varón a quien se le practico una circuncisión por una fimosis severa e iba a ser sometido a una Resección Transuretral de próstata pero era imposible introducir la Vaina del resector.
Figura 1. Asepsia con solución antiséptica previa al procedimiento. Notese al anillo fimotico.
Figura 2. Otra vista del anillo fimotico que hace imposible retraer el prepucio por abajo del glande.
Figura 3. Otro aspecto del anillo de fimosis.
Figura 4. Otra vista del anillo fimotico una vez realizada la incisión proximal del cilindro de piel .
Figura 5. Una vez extirpado el cilindro de piel se efectua una hemostasia rigurosa para evitar un hematoma.
Figura 6. El cilindro de piel tiene que ser suficiente para que no exista redundancia pero tampoco exesiva que provoque una retraccion del pene. Notese que la piel a pesar de no tener puntos de sutura practicamente tiene aposicion sin tension. Se deja por lo menos un centimetro de mucosa por debajo del glade para un mejor resultado estetico y funcional.
Figura 7. Final de procedimiento una vez colocados los puntos de sutura absorbibles (que se caen solos)